Tendencias
Una tendencia de primavera-verano por Salma Hayek
jul. 03, 2023
¡Hola, chicas! Sabemos que les encanta el balayage, es una técnica de efecto de color que aquí, en Miriam Salón, nos solicitan muy seguido, y ¿cómo no? Si es una técnica que nos ha enamorado por crear un efecto de color impactante en el cabello, haciéndolo lucir con mucha luz y movimiento de manera natural. Pero, ¿conoces realmente la increíble técnica del balayage? ¿La quieres dominar? Pues hoy te lo contamos todo.
¡Qué no te engañe el efecto de “besada por el sol”! La técnica del balayage nació en Francia a inicio de los años 70, no en California como muchos lo creen, y se popularizó durante los años 90.
Balayage proviene de la palabra francesa “balayer” que significa “barrer” lo que define tal cual la técnica. Técnica que nació a principios de los años 70 en París, cuando las mujeres estaban en busca de rubios naturales que no fueran de un solo tono, luciendo plano, o highlights parecieran simples rayas de luz.
Las primeras ocasiones en las que se comenzaba a hablar del balayage fue en un artículo llamado “Color Your Hair Simply, or Turn It Blue - Salons Can Do It All” (Colorea Tu Cabello de Manera Sencilla o Hazlo Azul - Los Salones Pueden Hacerlo Todo) publicado por el New York Times en 1974. En este se describe la tendencia en color de cabello que las mujeres más buscaban en los salones: rubio natural “como si hubieras estado en México por dos meses”, o sea, sunkissed como lo llamamos hoy en día.
En el artículo se describe como un estilista proveniente del aclamado salón parisino Carita, Yvan, realizaba la técnica francesa “balayage au cotton” sobre una modelo en el salón Cinandre en Nueva York. Yvan utilizaba la técnica del balayage, barriendo el cabello con decolorante y cubriendo el mechón con algodón (cotton) hasta abarcar toda la cabeza. La técnica consistía en aclarar mechones de cabello delgados en lugar de agregar color. El proceso duró 7 horas, después de las cuales la modelo Dale Weston declaró que se “veía fantástica, con un aclaramiento de su cabello tan sutil que podría engañar al ojo entrenado”.
El balayage revolucionó el arte del efecto de color en el cabello pues en aquella época los colores sólidos lo eran todo.
Aunque el balayage ha estado rondado ya por mucho tiempo, fue hasta los años 90 que realmente empezó a llamar la atención de todas después de la ola ochentera de luces con papel aluminio. Una de las razones es que el balayage es un efecto de color que requiere menos retoques y menor mantenimiento.
Sin embargo, un factor decisivo para su lento auge es que no muchos coloristas dominaban la técnica pues no existía el fácil y rápido acceso a recursos para descifrar la técnica.
El balayage alcanzó el estrellato gracias a la tendencia ombre, el efecto de degradado de color hacia las puntas. Ya que no había necesidad de llegar hasta la raíz, la técnica del balayage se volvió mucho más sencilla y menos aterradora para coloristas que experimentaban con ella.
Algunos culpan a los Ángeles de Victoria’s Secret por la gran popularidad que alcanzó, pues sus largas melenas bronceadas, con una vibra playera, eran la envidia de cualquiera.
El balayage brinda un resultado de luminosidad sutil, con textura y profundidad que solamente se logra barriendo el color de raíz a punta sobre secciones delgadas de cabello. Como bien, se describe su nombre, logrando así un efecto único y natural.
Aunque hoy en día podemos encontrar el balayage en prácticamente cualquier salón, ésta no es una técnica sencilla. Para lograr un resultado natural y con demarcaciones imperceptibles, tal y como debe lucir, el colorista debe tener un excelente entendimiento de la textura y movimiento de cada cabellera para poder hábilmente pintar suaves brochazos sobre la superficie del cabello, aparentando un tinte al azar, lo cual requiere una colocación específica y estratégica.
Así, se logra un balayage sin demarcaciones con transiciones de color suaves, de gruesas a delgadas, que dan la ilusión de movimiento y naturalidad, que a su vez permite un crecimiento del cabello manejable si apariencia de descuido.
Para conocer más sobre el balayage, otras técnicas de color y tratamiento para el cabello no te pierdas próximamente la miniserie sobre efectos de color que en Miriam Salón hemos preparado para ti. ¡Espérala!
Descubre el efecto de color babylights.
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¡Hola, chicas! Sabemos que les encanta el balayage, es una técnica de efecto de color que aquí, en Miriam Salón, nos solicitan muy seguido, y ¿cómo no? Si es una técnica que nos ha enamorado por crear un efecto de color impactante en el cabello, haciéndolo lucir con mucha luz y movimiento de manera natural. Pero, ¿conoces realmente la increíble técnica del balayage? ¿La quieres dominar? Pues hoy te lo contamos todo.
¡Qué no te engañe el efecto de “besada por el sol”! La técnica del balayage nació en Francia a inicio de los años 70, no en California como muchos lo creen, y se popularizó durante los años 90.
Balayage proviene de la palabra francesa “balayer” que significa “barrer” lo que define tal cual la técnica. Técnica que nació a principios de los años 70 en París, cuando las mujeres estaban en busca de rubios naturales que no fueran de un solo tono, luciendo plano, o highlights parecieran simples rayas de luz.
Las primeras ocasiones en las que se comenzaba a hablar del balayage fue en un artículo llamado “Color Your Hair Simply, or Turn It Blue - Salons Can Do It All” (Colorea Tu Cabello de Manera Sencilla o Hazlo Azul - Los Salones Pueden Hacerlo Todo) publicado por el New York Times en 1974. En este se describe la tendencia en color de cabello que las mujeres más buscaban en los salones: rubio natural “como si hubieras estado en México por dos meses”, o sea, sunkissed como lo llamamos hoy en día.
En el artículo se describe como un estilista proveniente del aclamado salón parisino Carita, Yvan, realizaba la técnica francesa “balayage au cotton” sobre una modelo en el salón Cinandre en Nueva York. Yvan utilizaba la técnica del balayage, barriendo el cabello con decolorante y cubriendo el mechón con algodón (cotton) hasta abarcar toda la cabeza. La técnica consistía en aclarar mechones de cabello delgados en lugar de agregar color. El proceso duró 7 horas, después de las cuales la modelo Dale Weston declaró que se “veía fantástica, con un aclaramiento de su cabello tan sutil que podría engañar al ojo entrenado”.
El balayage revolucionó el arte del efecto de color en el cabello pues en aquella época los colores sólidos lo eran todo.
Aunque el balayage ha estado rondado ya por mucho tiempo, fue hasta los años 90 que realmente empezó a llamar la atención de todas después de la ola ochentera de luces con papel aluminio. Una de las razones es que el balayage es un efecto de color que requiere menos retoques y menor mantenimiento.
Sin embargo, un factor decisivo para su lento auge es que no muchos coloristas dominaban la técnica pues no existía el fácil y rápido acceso a recursos para descifrar la técnica.
El balayage alcanzó el estrellato gracias a la tendencia ombre, el efecto de degradado de color hacia las puntas. Ya que no había necesidad de llegar hasta la raíz, la técnica del balayage se volvió mucho más sencilla y menos aterradora para coloristas que experimentaban con ella.
Algunos culpan a los Ángeles de Victoria’s Secret por la gran popularidad que alcanzó, pues sus largas melenas bronceadas, con una vibra playera, eran la envidia de cualquiera.
El balayage brinda un resultado de luminosidad sutil, con textura y profundidad que solamente se logra barriendo el color de raíz a punta sobre secciones delgadas de cabello. Como bien, se describe su nombre, logrando así un efecto único y natural.
Aunque hoy en día podemos encontrar el balayage en prácticamente cualquier salón, ésta no es una técnica sencilla. Para lograr un resultado natural y con demarcaciones imperceptibles, tal y como debe lucir, el colorista debe tener un excelente entendimiento de la textura y movimiento de cada cabellera para poder hábilmente pintar suaves brochazos sobre la superficie del cabello, aparentando un tinte al azar, lo cual requiere una colocación específica y estratégica.
Así, se logra un balayage sin demarcaciones con transiciones de color suaves, de gruesas a delgadas, que dan la ilusión de movimiento y naturalidad, que a su vez permite un crecimiento del cabello manejable si apariencia de descuido.
Para conocer más sobre el balayage, otras técnicas de color y tratamiento para el cabello no te pierdas próximamente la miniserie sobre efectos de color que en Miriam Salón hemos preparado para ti. ¡Espérala!
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